sábado, 11 de octubre de 2008

Aquellas sonrisas...



Huele a tradición, a aquellos tiempos en los que mamá me llevaba al mercado convenciéndome de que, si me portaba bien, luego iriamos a comprar un huevo Kinder. Y yo, ilusa, esperaba paciente. Que si mamá compraba pescado, que si luego tocaba fruta...Y así dando vueltas y vueltas al mercado. Siempre me caía alguna carantoña de los empleados, y a veces, si era buena y no molestaba me regalaban algo rico de comer. Pero lo que más recuerdo eran las sonrisas...Esas sí que nunca faltaban. Me despedían siempre con una de ellas, era como el postre final de cada puesto, no existía mejor sabor para un "adiós" que una de aquellas sonrisas cálidas.


Y ahora que he vuelto a pasearme por estos lugares, recuerdo con nostalgia aquello que viví. Cuán rápido pasa el tiempo y qué poco sabemos apreciarlo.



1 comentario:

Alejandra Gutiérrez dijo...
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